Cuando Confías en un Dios que Vive y Reina
Salmo 4:1,6-8 RVR1960: “Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración…” “…Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.  Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.  En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
 
David fue un hombre que encontró plenitud y paz en el Señor, le escribió muchos salmos y este en particular, fue escrito en un momento de su vida donde sufría la persecución de su hijo Absalón, quien se reveló en su contra para darle un golpe de estado. ¿Puedes imaginar ese dolor e intranquilidad de ese padre postrado orando a Dios? En una oración ya casi en la noche, muy seguramente agotado física y emocionalmente, en este salmo se describen claramente la confianza de un hombre sin temor que conoce y tiene una relación íntima y fraterna con Dios, sin vergüenza de derramar su corazón delante de él.

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia, cuando estaba en angustia tú me hiciste ensanchar, ten misericordia de mí y oye mi oración”. Este primer verso muestra claramente a David hablando cara a cara con Dios, reconoce que él es su justicia, que en su angustia, él esta para entregarle de su misericordia. David sabe que es escuchado por Dios, ¡qué relación tan cercana!, esto estremece todo mi ser y me da esperanza hoy al igual que a David, de que soy escuchada por el Señor, puedo ser íntima y recibir MISERICORDIA, JUSTICA Y AYUDA.

Este capítulo de salmos nos habla claramente de esa humanidad que a veces nos lleva a mirar hacia los lados, cuando le dice: “Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?, Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.  En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
 
Mi amado no entres a mirar a los lados en ningún tiempo, mucho menos en los de angustia, para ver prosperar en su maquinaciones, intenciones, o lo que este haciendo para dañarte; porque Dios todo poderoso está contigo, Su luz admirable te ilumina. “Alza sobre nosotros la luz de su rostro”, te está viendo cara a cara a ti, que bella e inexplicable realidad. Mi amado, que esta verdad alegre tu corazón así como alegraba al rey David. Oro para que tu corazón este alegre y puedas vivir y descansar en la paz que sobrepasa todo entendimiento en todo tiempo, porque el Dios de tu vida, vive y reina.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (EA)

Leave a Reply

Your email address will not be published.