La Mentira y la Guerra
Salmos 120 1-7 NTV: Llevé mis problemas al Señor; clamé a él, y respondió a mi oración. Rescátame, oh Señor, de los mentirosos y de todos los embusteros. ¡Ay, lengua engañosa! ¿Qué hará Dios contigo? ¿Cómo aumentará tu castigo? Te atravesarán con flechas afiladas y te quemarán con brasas encendidas. Cuánto sufro en el lejano Mesec. Me duele habitar en el distante Cedar. Estoy cansado de vivir entre personas que odian la paz. Busco la paz; pero, cuando hablo de paz, ¡ellos quieren guerra!”

En términos de relaciones nacionales o internacionales, se define como guerra cualquier conflicto entre personas que acarree 1.000 o más muertes. Realmente el estado de guerra ha sido constante en la historia humana, según el diario New York Times, en su publicación del 6 de junio de 2003, en la historia con registros de la humanidad; cerca de 3.400 años, tan solo hemos vivido 268 sin guerra, tan solo un 8% de nuestra historia hemos estado en paz, esa paz tan anhelada, lo cual indica que somos una sociedad violenta y guerrerista.

Es interesante notar que, en el pasaje de hoy, las escrituras nos revelan la relación íntima entre la mentira y la guerra, es el engaño el combustible de muchos conflictos, es por eso que el Salmista clama: Rescátame, oh Señor, de los mentirosos y de todos los embusteros” Y finaliza exclamando: Estoy cansado de vivir entre personas que odian la paz. Busco la paz; pero, cuando hablo de paz, ¡ellos quieren guerra!”  el ciclo es entonces interminable, mentira y guerra, guerra y mentiras, sin que los títeres de la misma puedan darse cuenta quien es el padre de sus acciones, pues Juan en su capítulo 8 versículo 44 dice: “Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira

Sin duda es el asesino desde el principio el que incita la mentira en medio de la humanidad para atizar la guerra; lo anterior me ha enseñado que la única manera de alcanzar la paz verdadera en mi vida es por medio de la verdad, nuestro Rey Jesucristo es el príncipe de paz y también Él es la verdad misma, lo dijo en Juan 14:6 “Yo soy el camino, la verdad y la vida” de tal manera que en cada área debo caminar en la verdad y mi destino inevitable será la vida.

Hoy te invito a levantar esta oración individual: “Señor, oro a ti para que seas mi consejero siempre, no permitas que nadie disfrace tu verdad, destruye los engaños que me confrontan con mi hermano al punto de querer exterminarlo sin sentido; resuelve en primera instancia mi conflicto contigo para poder resolver mis diferencias con los demás, llévame pronto al perdón con mi hermano, mis vecinos, compañeros de trabajo, iglesia, compatriotas y demás. Te lo rogamos Señor Amen”.

Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio FJCG 2024

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