La Esperanza está en Dios

Romanos 15:4 NTV: “Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios”

El apóstol Pablo en esta escritura nos enseña cuál es la fuente de nuestra esperanza, la cual mantiene nuestra alma firme y segura, como un ANCLA.  

Cristo no sólo es el fundamento de la verdadera esperanza, Él es también El Restaurador de la esperanza perdida, porque si no estamos alerta conservando la perspectiva frente a lo que esperamos, las circunstancias podrán hacernos perder la confianza; por eso los mandatos y las promesas de Dios descritos en su palabra son la mejor defensa contra el desánimo.

Como hijos de Dios, anhelamos que nuestro Padre Celestial arregle nuestros problemas y quite los sufrimientos vividos en la actualidad, pero Él tiene un propósito eterno en mente y es en las pruebas donde se purifica nuestro carácter y somos movidos a buscar en la presencia de Dios y en Su palabra, el despertar de la verdadera esperanza, ahuyentando las frustraciones que no provienen de él.

El fracaso es otro ladrón de la esperanza y a veces, nos desanimamos porque no podemos lograr lo que anhelamos; pero esto puede ser evidencia de que hemos confiado en nuestros planes y habilidades y no en el Señor Jesucristo. Recordemos su palabra cuando nos dice no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios” (2 Corintios 3:5)

La desesperanza es una trampa muy peligrosa que ciega al creyente para que no vea el obrar del Señor. La única salida es concentrarse deliberadamente en Cristo por medio de la PALABRA, la ALABANZA y la ADORACIÓN. La esperanza nos da una perspectiva correcta del verdadero valor de las cosas y nos ayuda en nuestra lucha contra el pecado, porque nos mantiene corriendo la carrera a pesar de todos los obstáculos que encontramos en el camino. 

Recordemos que las promesas de DIOS están respaldadas por el honor de Su Nombre, por lo que si Él lo dijo Él lo hará y sin importar lo larga que ha sido la espera, DIOS siempre llega a tiempo para no defraudar a los que confiamos en él.

¡Amados! Dejemos que Dios nos use también en la debilidad, porque así podemos darnos cuenta que somos un pueblo de Esperanza, ¡Dios está con y en medio Nosotros!, llenando nuestra vida de alegría y paz.

Tiempo de Hablar con Dios: Amado Jesús, gracias por la vida, la esperanza y la valentía. Gracias porque incluso en mi punto más débil, puedo confiar en Ti como fortaleza. Recuérdame la valentía con la que me has llamado a dar un paso hoy, y ayúdame a animar a otros también con la poderosa esperanza del Señor. En el Nombre de Cristo Jesús ¡AMÉN!

2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (JCRR)

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