En el contexto histórico que precede al aparte bíblico en mención, Lucas afirma que Jesús venia caminando por Jericó, y que antes de cruzarse con Zaqueo había, retornado la vista a un ciego. No cabe duda que la multitud de personas era tan grande que llamó la atención de este hombre; quien había abusado de su condición de poder.
Cuando las Escrituras se refieren a Zaqueo como un hombre bajo de estatura, hacen mención a su condición física, pero en mayor proporción a su condición espiritual, desventaja que no fue impedimento en su búsqueda de la verdad.
Zaqueo se subió al árbol de sicómoro, pretendiendo quitar todo obstáculo que le impidiera ver a Jesús, y cuando fue llamado por Él, respondió con un corazón de verdadero adorador, pues cuenta Lucas que bajó como un rayo del árbol, y renunció a su adoración por el dinero, muriendo a lo terrenal para vivir en lo celestial, sin importarle la murmuración en su contra. Una conversión como solo Jesús pues alcanzar, pues dijo: “Mira, Señor, ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea” lo hizo con inmediatez, ¡ahora mismo! no en tiempo futuro, su conversión fue inmediata y su Adoración a Cristo Poderosa.
Entonces, una conversión tan genuina claramente haría que nuestro Cristo se complaciera anunciando: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa —dijo Jesús—, ya que este también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
Cuando Cristo toma el primer lugar en nuestra vida lo que se había perdido es encontrado, Ezequiel lo confirma en su capítulo 34 versículo 6 cuando afirma: “Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada, vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas destruiré a la engordada y a la fuerte; las apacentaré con justicia”.
Como consecuencia de la Adoración a Jesús: la restauración, sanidad y liberación no se hará esperar en nuestra vida. Como iglesia declaramos que somos de los que viven una conversión genuina que nos permite como verdaderos adoradores, disfrutar del amor y la justicia en Cristo.
Devocionales Refúgiate en su Palabra -Casa de Refugio- FJCG
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