“Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes” (Efesios 3:16-17 NTV)
En el inicio de nuestra serie vimos que hay buenas noticias para afrontar los tiempos de prueba, entendimos que podemos ir a la despensa celestial y pedirle al mejor aliado, el Espíritu Santo, Todopoderoso, que nos regale lo suficiente para renovar TODO nuestro hombre interior, nuestra alma, nuestro ser. Es como si nos dieran la opción de ir al supermercado más grande de nuestra preferencia y dijeran: coge lo que quieras y lo que necesites ¡es gratis! Claro, porque Cristo ya pagó por todo lo que vas a llevarte.
“Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19 NTV)
Uno de los temas más apasionantes de la Biblia es el poder de Dios. Descubrir a través de hechos y diferentes personajes la evidencia del poder de nuestro Padre sobre el universo y la humanidad, es algo realmente edificante. Una constante surge entre cada historia y es la presencia única y multiforme de la persona del Espíritu Santo de Dios, Pablo nos dice que es por medio de Él que somos fortalecidos, pero entendemos realmente ¿quién es y el alcance que tiene esta persona de la Trinidad?
La expresión usada en hebreo para hacer referencia al Espíritu Santo es “Ruaj Hakodesh” y puede traducirse como el “Aliento de Dios”, la personificación de su poder, a través del cual Dios ha operado sobre toda la creación. Así como el aliento nos mantiene con vida el Espíritu de Dios sustenta toda la vida y todas las cosas. Así es que, respira profundamente… ¿te sientes vivo? ¿sientes vitalidad al hacerlo? Ese aliento que necesitas para vivir es el mismo que necesitas para sustentar tu vida en Cristo. Así como el viento y el aliento son invisibles, la presencia del Espíritu Santo es invisible, pero cuan poderoso puede ser el viento, así mismo el Espíritu de Dios manifestándose por cada rincón de la tierra.
De esta manera podemos interiorizar aún más el porqué es por medio de Su Espíritu que somos fortalecidos. Porque Él nos capacita y dirige para cumplir nuestro propósito (Isaías 61:1), porque la adoración continua es imposible sin su revelación (Efesios 2:18), porque nos da el poder para servir (Hechos 1:8) y nos da dones para que a través de ellos vivamos la vida cristiana con poder y conscientes que somos herramientas, una extensión de Su mano para bendecir a la iglesia (1 Corintios 12:7-11).
Bezalel, un hombre de raíces profundas puesto que fue útil para la obra de Dios estando en el desierto, ¿y por qué pensamos en él? Porque fue un hombre que necesitó el aliento de vida para ser un instrumento de Dios en estas circunstancias: “he escogido específicamente a Bezalel… lo he llenado del Espíritu de Dios y le he dado gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de artes manuales… ¡Es un maestro en todo trabajo artístico!” (Éxodo 31:1-5 NTV) ¿Necesitas una referencia laboral? ¿Qué tal la que Dios le da Moisés sobre él?
¡Es tiempo de abastecernos! En su despensa hay grandes riquezas, necesitamos el Aliento de Dios en nosotros para que cada día nuestras raíces crezcan y sean profundas, de tal forma que demos fruto en medio de cualquier circunstancia.
“Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada” (Juan 15:5 NTV)
KMR – Casa de Refugio
Leave a Reply