Cree, se Sano y otros Creerán
Juan 4:52-53 RVR1960: “52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.”
 
Dios opera de muchas e incomprendidas maneras cuando de sanidad se trata, con la mujer de flujo de Sangre no tuvo que pronunciar palabra para su sanidad, virtud salió de Él con tan solo tocar el borde de su manto y fue sana; a la hija de Jairo les dijo que estaba dormida y la llamó a levantarse y su espíritu regresó, la tomó de la mano y se levantó; al paralítico de Bethesda con su palabra le dijo levántate, toma tu lecho y anda y al instante fue sanado; a los dos ciegos con un toque suyo bastó para recibir nuevamente la vista; al leproso toco para que desapareciera su lepra; a otro ciego con lodo hecho de su saliva, lo untó en sus ojos y mando lavarse y regresó viendo y así podríamos seguir trayendo a memoria todas las diferentes sanidades que hizo       y sigue haciendo nuestro Rey amado, sin embargo, el propósito de estas sanidades aparte de acabar con el padecimiento, dar sanidad y salvar a quien  sufre, es que quien viera estos milagros de sanidad creyera en Cristo nuestro Salvador.
 
Hace poco nuestra pastora nos hablaba de la oración con propósito, es decir, no con palabrería, porque no es pedir para nuestro deleite, sino para que el propósito de Dios sea hecho en medio de su pueblo. Yendo a esta pequeña porción de la palabra, con una sanidad mediante el poder de su palabra a distancia, ganó a toda una casa, por un hombre que solo clamó por sanidad para su hijo, sin embargo, Dios con su mirada de misericordia, amor y propósito le sanó para ganarles, teniendo presente el escenario en el cual se desarrollaba todo esto, su tierra, Galilea, donde era menospreciado.
 
He podido ver la sanidad de Cristo en medio de mi familia y ver cómo ha operado su misericordia para con todos nosotros y como nos ha llevado a creer que para Él no hay imposibles, que es el Camino, la Verdad y la Vida, y que nadie va al Padre sino por medio de Él, y todo esto, porque un día clamamos a Dios por sanidad y operó de manera incomprendida para transformación de mi familia.
 
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)

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