ADORACIÓN EXTRAVAGANTE 30-07-20

ADORACIÓN EXTRAVAGANTE 30-07-20

 “Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza…” Marcos 14:3 (RVR1960)

quebrando el vaso de alabastro” …

Nuestro mensaje de hoy esta enriquecido por un importante detalle en esta hermosa historia, nos lo revela el relato de Marcos. En este punto, podemos pensar que María estaba actuando motivada por sus temerosas emociones y al tener en frente a Jesús, decidió quebrar el frasco para que saliera el aroma del perfume más rápidamente… ¡qué absurdo! Ese frasco tan hermoso, finamente tallado, también de alto precio y ¿María decide quebrarlo? Hasta aquí llegó la búsqueda del regalo perfecto, María se equivocó y no tuvo control de sí misma, quizás tenía pena al encontrarse frente a varios testigos que estaban en la mesa con Jesús…

Es fácil juzgar desde esta perspectiva, pero volvamos a enfocarnos en lo más importante para que entendamos que María estaba siendo guiada por el Espíritu de Dios, y es que estamos hablando de adoración, y de ¡adoración extravagante! Entonces, ¿qué sentido tiene quebrar ese precioso frasco? “El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazas un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios” (Salmos 51:17 NTV) ¡pareciera que María hubiese estudiado este Salmo del rey David! Necesitamos ser quebrados para que salga el nardo puro de nosotros y aún más ese aroma impregne “toda la casa” (Juan 12:3). La adoración extravagante no le importa el protocolo, no tiene excusas ¡le importa adorar! María interrumpió esta cena, no le interesó que había testigos, no pensó si era inoportuna, ella simplemente adoró a su amado, lo hizo, se atrevió sin importar quien pudiera juzgarla por “desperdiciar” algo que tenía gran valor. Quizá muchos piensen que estás desperdiciando tu vida al entregarla a Jesús, tu carrera, tu formación tantos logros alcanzados, de tanto valor… pero vemos que El, nuestro Padre, desea el sacrificio de un espíritu quebrantado. ¡Necesitamos ser quebrados! nuestro ego, nuestros apegos… cualquier cosa que robe su lugar nos impide rendir una adoración extravagante. Quebrarte significa traer a El todo lo que eres y rendirlo, una entrega total sin importar lo que piensen los testigos. ¿Pensaste que era fácil? No, no lo es, pero es necesario para que salga ese perfume de nardo puro que hay en ti y que deleita el corazón del Rey ¿te gustaría hacerle sonreír? Entonces, es tiempo de quebrarte hoy, ahora… mira a la cruz y piensa “es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30 RVR1960).

KPMR – Casa de Refugio

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