Testigos

Testigos

Pero recibireís poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8 RVR95)

Ser testigo no solamente implica el conocimiento que se tiene frente a un acontecimiento, lo que se testifica tiene que dar cuenta de ello o probar tal hecho, porque estas consideraciones son importantes para resolver un asunto que está causando o es objeto de alguna controversia.

La biblia utiliza esta palabra para referirse a personas que vieron o presenciaron algo que fue sorprendente o asombroso. El deseo de Dios era y es reunir un grupo de testigos que puedan no sólo verlo sino también experimentarlo de tal forma, que puedan dar testimonio de El. En el pasado, escogió al pueblo de Israel para testificar a las naciones del gran Dios que los rescató de la esclavitud, sin embargo, ellos le fallaron como testigos, puesto que se olvidaron de su labor y se entregaron a otros dioses, más adelante ni siquiera le reconocieron como el mesías.

Entonces, Dios levantó un gran testigo, su Siervo, quien daría testimonio a todas las naciones de su amor y poder, él mismo abriría la vista de los ciegos, sanaría los quebrantados de corazón y pondría en libertad a todos los oprimidos para llevarlos a una experiencia personal con el Padre (Lucas 4:18). En el griego (idioma en el que se escribió el libro de los Hechos) la palabra para testigo es: Mártus, y su connotación no es solamente la extensión de un mensaje a través de la predicación o el testimonio personal, sino que la vida misma es un testimonio del mensaje, sabemos que a Jesús esta tarea le costó su vida, ni siquiera los líderes de la nación le creyeron y lo mataron por su testimonio de quién era Dios, de ahí la palabra: mártir.  

Hoy nosotros, somos producto de la ejecución de esta labor a manos de muchos que decidieron obedecer la comisión y extender el mensaje del reino hasta lo último de la tierra. La pregunta es, ¿estamos testificando a otros, más que con nuestras palabras, con nuestra vida acerca del amor de Dios? Si la experiencia con Dios es algo personal, ¿de qué clase de Dios testifica mi vida?

Ser testigos del Dios vivo es un trabajo que requiere de ayuda, no podemos hacerlo sólos. Jesús mismo antes de iniciar su ministerio dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para…” Nosotros hoy tenemos este poder para ser testigos si el Espíritu de Dios ha venido sobre nosotros, porque como veíamos inicialmente, nuestro testimonio ayuda a resolver una controversia, en este caso, una acusación: “Él (Jesús) anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:14-15)

Tiempo de Hablar con Dios: Señor, el deseo de mi corazón es hacer tu voluntad, es cumplir tu propósito y tu propósito es que yo testifique de Ti a través de mi vida para que otros puedan experimentar tu perdón y ser reconciliados con el Padre. Necesito tu Espíritu, necesito tu poder para ser testigo de Ti y testificar de tu obra en mí, guíame y capacítame para llevar tu luz para que otros también puedan testificar del poder de tu amor en sus vidas. Perdoname, si hasta hoy, no fui tu mejor testigo, gracias porque siempre hay una nueva oportunidad y quiero aprovecharla

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿a quién enviaré y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.” (Isaías 6:8 RVR95)

2021 Año del Propósito de Dios – Casa de Refugio (KMR)

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